Mons. Jesús Humberto Velázquez Garay, II Obispo de Celaya, en amena plática con los acólitos de la parroquia de Comonfort, el 24 de abril de 2003./ FOTO: Eugenio Amézquita |
El 24 de junio de 2013, hace 7 años y a dos días de la entrada a la Casa del Padre del II Obispo de Celaya, Mons. Jesús Humberto Velázquez Garay, redacté un artículo cuyo texto íntegro está tomado de una carta enviada por Mons. Jesús Humberto a un joven sacerdote, ahora párroco de la Virgen de los Pobres: el Padre Sergio Moctezuma. El documento esta fechado en marzo de 2006, hace 14 años. El estilo de la carta es la de un padre que se comunica con su hijo, un obispo con un sacerdote ordenado por él.
Pero lo que a mí me llama la atención, es el último párrafo de la carta. La actitud fraterna y filial, de "nada de pedir perdones. Somos hermanos". Es este el gesto que hasta el final de su vida llevó siempre Mons. Velázquez Garay. Nada que perdonar, aunque se le hubiese ofendido, porque "somos hermanos". Eso es lo que me quedo para mí. Ahora, la carta:
Culiacán, Sin., 25 de marzo de 2006
Muy querido P. Sergio:
Y yo, P. Sergio, ¿Cómo no los voy a querer si los he visto crecer y madurar hasta tener la seguridad de imponerles las manos?
Quiero a todos los sacerdotes del mundo, pero más a lo que ordené, y todos los días los recuerdo y rezo por su perseverancia y me duele mucho que alguno haya dejado el ministerio o lo deje después, esos me tienen empeñado hasta el fin de mi vida.
Para cuando recibas esta, con el rápido correo que tenemos, ya estaremos celebrando la Pascua de Resurrección. ¡Felicidades! Irás a alguna parroquia a servir, a confesar, a celebrar los santos oficios y, de pasadita, pasearte y disfrutar las vacaciones y aquella hermosa tierra, gózalo.
Un abrazo y la misma felicitación para los compañeros, diles que los recuerdo y encomiendo su vocación al sacerdocio y a la obra, esto vale para tí también, no le regateen nada a Dios.
Quiero pedirte un favor. Mira, ahí en Pamplona vive un sacerdote anciano y enfermo, muy amigo mío, se llama Emilio Pérez Echeverría, vive con su hermana Ma. de los Ángeles. El trabajó mucho en esta diócesis de Culiacán, en Cursillos y confesor del Seminario, además de construir un templo.
Bueno, me acaba de llegar su felicitación y saludo de Navidad, y el favor que te pido es que vayas a verlo, le lleves mi saludo y la carta que adjunto. Los quiero mucho, les va a dar mucho gusto tu visita y de los o él que vaya contigo, son muy generosos, anímalos.
Te agradezco profundamente y Dios te lo va a pagar. Infórmame inmediatamente de ellos
Claro que tus cartas siempre me dan una gran alegría y verte más; pídele a Dios me conceda ir a visitarlos.
Y nada de perdones, somos hermanos en el sacerdocio de Cristo y unidos por "la íntima consagración sacramental" (de una carta del Papa, Juan Pablo II, un Jueves Santo). Saludos a tu familia, un abrazo y hasta pronto.
+Jesús Humberto Velázquez G.
Obispo Emérito de Celaya
Tomado de su librito "Brújulas"
Primera Edición
500 ejemplares
Impreso el 2 de diciembre de 2009
con motivo del Año Sacerdotal
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