Redacción
ACÁMBARO, GTO.- El investigador acambarense, Leonardo Amezcua Ornelas dio a conocer su más reciente descubrimiento urbano-arquitectónico dentro del contexto del centro histórico de Acámbaro, donde reveló lo que en algún tiempo fue una Casa Real, inmueble histórico del siglo 16 donde sesionaron los ayuntamientos de ese entonces, la cual hoy la gente desconoce.
Acámbaro fue fundado el 19 de septiembre de 1526 por misioneros franciscanos en medio de dos montañas, el Cerro del Toro y el Cerro del Chivo donde se trazaron 5 calles rectas de norte a sur y 5 calles rectas de oriente a poniente, dentro de estos trazos se construyó el Templo del Hospital con su convento anexo, un acueducto, entre otros monumentos; en el acta de fundación también se menciona que a partir del año de 1526 fue nombrado un primer gobernador de estas tierras llamado Pedro de Granada y Mendoza.
Además de este nombramiento también quedó integrado un Ayuntamiento que encabezó Pablo de León, alcalde ordinario y regidores fiscales, un gobierno del año de 1526, en el acta consta que cada día primero de enero después de escuchar la misa era obligación de los naturales de este pueblo reunirse en la casa real para elegir nuevas autoridades que gobernaría durante un año.
La plaza de la fuente taurina del siglo 16, nunca fue parte del atrio parroquial, esta plaza era del ayuntamiento donde se representan los tres poderes tal y como era en una fundación novohispana del siglo 16; en este punto se ubica el poder espiritual representado por la Iglesia que nunca mira hacia la plaza del ayuntamiento, sino que simplemente esta aun costado de la plaza, así mismo aun costado se encuentra el poder económico donde se encontraba el mercado y en el centro de la plaza el edificio del antiguo ayuntamiento de Acámbaro, casa real de los siglos XVI, XVII y XVIII, así lo dio a conocer el investigador acambarense, Leonardo Amezcua Ornelas.
Agregó que en la segunda mitad del siglo 19 mediante las leyes de reforma todos los bienes que estaban en manos muertas fueron subastadas y pasaron a manos de particulares, de tal manera que en la mitad del siglo 19, a esta construcción se le hicieron algunas modificaciones porque se dividió entre varios propietarios, recalcó que “las casas reales están íntegras, es un hallazgo trascendente para la historia no solo para Acámbaro incluso del País porque nos define la tipología de una fundación novohispana”.
El edificio que se ubica entre las calles de Pipila, Pino Suárez y Jardín Nigromante tiene una proporción de 30 metros de frente por 60 metros de fondo, es un edificio que se conserva totalmente con sus características virreinales aunque con algunas modificaciones en sus fachadas porque a partir de la mitad del siglo 19 se subdividió en tres propiedades donde cada dueño le dio su propio estilo, sin embargo, su patio central, muros y habitaciones siguen siendo las del siglo 16,17 y 18.
Por último, el investigador dijo que “es un edificio que se puede rescatar con ayuda de los gobiernos tanto municipal, estatal incluso federal para hacerse un concepto cultural que enriquezca Acámbaro donde se pueda colocar un museo del pan, un tipo casa de los 11 patios como en Pátzcuaro, donde la cultura florezca donde todos los acambarenses nos sintamos orgullosos de haber recuperado este inmueble que ni siquiera sabíamos que existía y que forma parte de la plaza de la fuente del águila”.
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