El Maestro Artesano Don Mario Tierrablanca, en entrevista, antes de la conflagración de la Expo Navideña 2024 |
Por Eugenio Amézquita Velasco
Todavía no lo puedo creer. A las 21:00 horas del martes 17 de diciembre, salí de la estación Radio Lobo, de Corporación Celaya, a un lado de plaza Morelos. Al ingresar a la parte poniente de esta plaza, vi con alegría los puestos de los artesanos y acudí a comprar un hermoso nacimiento a un artesano, a quien de momento no había identificado. Se trataba de Don Mario Tierrablanca Medina, reconocido artesano celayense, y 24 horas después, -más o menos- se cierne la pérdida, la desgracia y la tristeza en ese lugar. Una compañera artesana suya, que también estaba vendiendo en el sitio, me dirigió hacia su puesto porque yo estaba buscando imágenes de barro y yeso.
Escribo esto y se me hace un nudo en la garganta, tras saber de la desgracia del incendio que acabó con todo. No desaproveche el día de la compra para hacerle una entrevista y toma de fotografías con el deseo de siempre de promover el puestecito de las artesanías y hacer que los celayenses enfoquen un poquito la mirada hacia esos lugares.
No se veía mucha gente; las ventas, bajas. El frío decembrino, calando. En la entrevista, Don Mario, acompañado de su hija Marifer, me decía cómo los tiempos han cambiado. La gente no compra igual. Algunos otros, por andarse cambiando de religión, no le prestan interés al belén. Sin embargo, yo estaba feliz, porque desde hacía muchos años no tenía un "belén" o Nacimiento en casa y le llevaba de sorpresa el regalo a mi esposa.
Con lentitud, Don Mario fue acomodando las 8 piezas que adquirí. Lo hizo con trabajos. Se cansaba rápido de realizar esa tarea y de agacharse para ir colocando pieza por pieza en la caja, debidamente cubiertas. La edad y los triglicéridos, me confesó sin dejar de sonreír y haciendo calma para poder respirar. Todo bien empacado y envuelto en papel periódico para proteger las figuras de yeso. Me sentí, insisto, muy contento.
Pagué, y luego lo entrevisté. Logré dos cápsulas en video que ahora forman parte de una feliz la historia y que les comparto, no sin dejar de compartirles lo mismo que estoy sintiendo en estos instantes. Un nudo en la garganta.
Don Mario reconoció a este periodista que escribe, ya que en alguna otra ocasión coincidimos con otra buena amiga y artesana, Ceci Buenrostro. Platicamos, entrevistamos, tomé imágenes y regresé a casa con el obsequio que le hizo mucha ilusión a mi esposa. Recordamos, gracias a estas joyas salidas de las manos de Don Mario, la niñez de los hijos. Las navidades, los días de los Santos Reyes. El acostamiento del Niño Dios. El recuerdo de ver a los hijos en la niñez y ahora a los nietos.
Me entero este jueves, de la desagradable y triste noticia del incendio. Los puestos, destruidos, las tremendas pérdidas, pero lo más triste, que muchos de los artesanos que tenían puestas sus esperanzas en sus ventas navideñas de 2024 y de enero de 2025, en llevar el pan a la mesa, ahora están en el infortunio.
Duele plasmar esto, porque mis espacios digitales, siempre buscan dar noticias agradables y de que por diez cosas malas que puedan existir, también existen cientos de miles de noticias buenas.
Mi espacio está abierto, como desde siempre que ha existido, para apoyar a mis amigos artesanos. Y entre lo que puedo decirle a Don Mario Tierrablanca -excelente artesano que el 28 de junio de 2024 presentó una exposición temporal en el Museo de Celaya, Historia Regional, "La Cartonería y el Juguete de Celaya"- es que gracias a usted, mi casa se iluminó de nuevo con la presencia de las imágenes de la Virgen María y San José, los Reyes Magos, el ángel, el buey y la mula. Sumado a esto, mi compra significó también el rescate de 8 piezas que no se perdieron en las cenizas.
Ahí, en una de mis mesas de trabajo, sobre una capa de musgo y otros arreglos, las bellas imágenes de un reconocido artesano celayense se han convertido en el centro de atención de la familia y más para la Noche Buena, Navidad, Reyes y Fiesta de la Candelaria.
Este año, Don Mario, gracias a usted, mi nieto Miguelín, de año y medio, el más pequeñito de la familia, podrá acostar al Niño Jesús junto a sus artesanías, que ahora son tesoro familiar.
Estoy con usted, Don Mario. Aquí están mis espacios y mi pluma para apoyarlo a usted y a todos mis queridos artesanos de Celaya. #MetroNewsMx #GuanajuatoDesconocido
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