M.C. María Teresa Maldonado Mancera
Becaria en Doctorado de Ciencias de la Ingeniería
Departamento de Ingeniería Bioquímica
Guanajuato, ubicado en el corazón de México, se extiende sobre 3 millones de hectáreas. Su vocación agrícola es innegable: cerca de un tercio de su territorio se destina a la producción de cultivos, con 467 mil hectáreas de riego y 434 mil hectáreas de temporal. Pero, ¿de dónde proviene el agua que alimenta estos campos? Y, más importante aún, ¿cuál es su impacto en el equilibrio hídrico del estado?
El agua utilizada en la agricultura de Guanajuato proviene tanto de fuentes superficiales como subterráneas. En total, el sector agrícola consume el 60% de este recurso, utilizando 412 millones de metros cúbicos de agua superficial y 1,954 millones de metros cúbicos de agua subterránea. Sin embargo, ¿existe suficiente disponibilidad para sostener esta demanda creciente? La respuesta es no,
Guanajuato enfrenta un grave problema de déficit hídrico, especialmente en sus acuíferos, cuya sobreexplotación podría comprometer el futuro de la agricultura en la región.
El estado cuenta con 18 acuíferos, de los cuales 13 están sobreexplotados, lo que significa que se extrae más agua de la que se recarga. Los acuíferos más afectados son el Valle de Celaya, donde predomina el cultivo de alfalfa que es un forraje perenne con la mayor demanda de agua de todas las siembras; en ese
acuífero existen 2,441 pozos; el Valle-Irapuato, con 2,319 pozos; y Pénjamo- Abasolo, con 1,779 pozos. En total, Guanajuato cuenta con aproximadamente 16 mil pozos, de los cuales el 75% se destinan a la agricultura.
¿Existen zonas donde el agua subterránea no está en riesgo? Sí, en el norte del estado, acuíferos como Xichú-Atarjea y Ocampo mantienen un balance hídrico positivo gracias a sus condiciones geográficas y climáticas, que limitan la expansión agrícola. Sin embargo, esto no es suficiente para contrarrestar el
problema general, ya que el balance hídrico del estado presenta un déficit de -30 millones de metros cúbicos.
El equilibrio hídrico de Guanajuato enfrenta un desafío crítico: la sobreexplotación de sus acuíferos. ¿Cómo garantizar el agua para el futuro? La clave está en implementar estrategias de uso eficiente, modernización del riego y recarga artificial de acuíferos. Aunque el reto es grande, también lo es la oportunidad de transformar el manejo del agua en el campo y asegurar su disponibilidad para las
futuras generaciones. Guanajuato está en una encrucijada hídrica, ¿será capaz de cambiar su destino?
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