La historia de la Coronación de Nuestra Señora del Refugio, de Acámbaro
Por Eugenio Amézquita Velasco
Los Padres Franciscanos que se encuentran en el Convento de Santa María de Gracia, quienes atienden la Parroquia de San Francisco de Asís y el Santuario de la Virgen del Refugio, narran cómo fue el acontecimiento de la Coronación de la imagen traída por los Misioneros Franciscanos en 1845. Casualmente coincide esta fecha de coronación con la de la Virgen del Pueblito, Patrona de la Provincia de San Pedro y San Pablo de Michoacán.
La historia de la Coronación
En 1942 recibió la parroquia de manos del Padre Fray Daniel Mireles OFM -fundador del Instituto Leonés, en León, Gto., y cuya calle lateral a ese plantel lleva su nombre-, el Padre Fray Buenaventura Tovar, dejando tras de sí, un legado de obras materiales y espirituales.
Relata el Padre Carlos Ríos en su libro que dos días después de la fiesta de Nuestra Señora del Refugio del año 1943, en una conversación informal donde estuvieron presentes el Señor Cura Tovar, Fray Rafael Soto y él mismo, recordaron que faltaban dos años para celebrar el centenario de la llegada de la misión de 1845 que trajo la imagen de Nuestra Señora del Refugio a Acámbaro.
El Padre Rafael Soto comentó que el Señor Cura Fray Daniel Mireles había deseado coronar la imagen sin haberlo conseguido. Sugirió hacerlo al conmemorarse el centenario. Al Padre Tovar le pareció poco tiempo para preparar lo relativo a la coronación sin embargo a partir de ese momento todos comenzaron a acariciar esa idea.
El Padre Tovar expuso el asunto al Padre Provincial Fray Leopoldo Campos y a su consejo de definidores. Cuando se expuso la iniciativa oficial para la coronación al Excmo. Sr. Arzobispo Altamirano y Bulnes, el Prelado, bendijo el proyecto y lo alabó.
El 25 de Enero de 1944 se realizó una junta en la que el Señor Cura Tovar Expuso la idea de realizar la coronación de la Santísima Virgen del Refugio en 1945, año en que se cumplirían los 100 años de la llegada de la imagen a esta Parroquia. Se recibió esta noticia con una explosión de aplausos y se procedió a hacer los nombramientos del Comité para organizar la Coronación.
Se mandó hacer una corona de oro macizo para la Sagrada imagen, con un tamaño de 47 centímetros desde la base hasta la parte superior, la cual tendría un valor de $250,000 y el de la réplica de $12,000. Constaría de cuatro partes primorosamente acabadas: la diadema, el cuerpo de la diadema, la cúpula y el remate.
El remate es un globo que tiene una faja diagonal con dos hilos de perlas y esta inscripción: MATER DEI ET HOMINUM, que significa MADRE DE DIOS Y DE LOS HOMBRES. Sobre el globo esta la Cruz con chispas de brillantes que siguen el contorno. En cada extremo de la cruz resplandece un brillante de cuatro y medio kilates. También se mandó hacer una Corona para el Niño Jesús.
Estaba previsto que el año para celebrar la coronación fuera el de 1945, pero por no estar aún acabada la corona, se pospuso para el 8 de enero de 1946.
El año de 1945, centenario de la llegada de la Imagen, estuvo marcado de los sacrificios y el esfuerzo de todos los que trabajaron y cooperaron para ver realizada en realidad esplendorosa lo que era una acariciada y soñada ilusión.
Entonces fue cuando por primera vez en la historia de Acámbaro, salió la Virgen Peregrina a visitar sus ranchos, de donde recogía en la falda de su vestido: la mazorca, la moneda y los corazones de sus hijos del campo, para forjar su Corona, viva expresión del amor del pueblo católico acambarense a su Reina.
La Coronita del Niño Jesús llegó a la estación del Ferrocarril el 23 de diciembre de 1945, los niños acambarenses acudieron a esperar el tren que la traía. Desde ahí la llevaron procesionalmente hasta la Parroquia.
Todos los hogares acambarenses lucían en el frente de sus casas el emblema conmemorativo de tan fausto acontecimiento, que llevaba impresas a cuatro tinas, la Corona y las simbólicas rosas que nuestra Virgen del Refugio tiene un poco más arriba de su cabeza.
Desde el 26 de diciembre hubo conferencias a cargo del P. Fr. Pablo Campuzano, OFM
El 27 de diciembre se exhibieron en el templo parroquial las dos coronas, el pueblo católico supo admirar la belleza con la que los artistas interpretaron el tierno amor hacia la Reina y Madre.
El Santo Novenario, que inició el 30 de Diciembre, tuvo como pórtico en la víspera, la llegada triunfal de la Virgen Peregrina, que polvorienta y descolorida por el trajín de sus largas caminatas, llega para ser honrada y venerada como Reina y Señora, escoltada por un grueso núcleo de católicos del campo, que a caballo, le hicieron valla para que entrara a la Parroquia, donde fue recibida por el Excmo. Sr. Obispo de Papantla rodeado por una multitud entusiasmada que se apretujaba ansiosa entre gritos, cantos, vivas y lágrimas.
Todos los días del Novenario hubo Misa Pontifical, por la mañana. Al mediodía, se recibían peregrinaciones de todos los ranchos, seguidas de una Hora Eucarística. Por las tardes se recibían nuevas peregrinaciones concluyendo los actos de culto de ese día, con el ejercicio vespertino.
Mons. Luis Altamirano y Bulnes, Arzobispo de Morelia: el coronó a la Virgen. |
Asistieron a estos actos, nueve Excelentísimos Prelados:
Dr. Dn. Luis María Martínez, Arzobispo de México
Dr. Dn. Luis María Altamirano y Bulnes, Arzobispo de Morelia
Dn. José Garibi Rivera, Arzobispo de Guadalajara
Dn. Manuel Fulcheri Pietrasanta, Obispo de Zamora
Dn. Salvador Martínez Silva, Obispo Auxiliar de Zamora
Dn. Abraham Martínez, Obispo de Tacámbaro
Dn. José Manríquez y Zarate, Obispo titular de Verbe
Dn. Nicolás Corona, Obispo de Papantla y el irapuatense Mons. Gregorio Araiza, Monseñor Gregorio Araiza, que era el Canónigo de la Catedral de México y Protonotario Apostólico
Mons. Luis María Martínez, Arzobispo de México: Coronó al Niñito Jesús. |
Los señores Sacerdotes Dn. Felipe Gasca, Dn. Raymundo Escalona. El MRP Provincial Fr. Leopoldo Campos, Dn. Juan B. Buitrón, Fr. Felipe de Jesús Cueto, Fr. Roberto Ugalde, el Pbro. Dn. Manuel Muñoz y muchos más.
Mons.. José Mariano Garibi Rivera, ,Arzobispo de Guadalajara |
El 7 de enero, la víspera pontifical fue oficiada por el Excmo. Rvmo. Sr. Dn. Luis Ma. Martínez, Arzobispo de México y el Excmo. y Rvmo. Sr. Don José Garibi Rivera. En esta ocasión el coro interpretó la Misa CUMJUBILO, a tres voces.
A las seis de la tarde fue recibida la peregrinación de Damas y Caballeros de Nuestra Señora del Refugio.
Mons. Manuel Fulchieri Pietrasanta, Obispo de Zamora |
Esa misma tarde se declama el Panegírico Refugiano, en presencia del Excmo. Sr. Obispo de Guadalajara, con la música sonora y triunfal del maestro Dn. Agustín González, a quien el convento hermano de Celaya, facilitó para la festividad.
Mons. Salvador Martínez Silva, obispo auxiliar de Zamora |
Los actos de culto de ese día fueron clausurados con las vísperas solemnísimas presidías por el Sr. Arzobispo de México, Dn. Luis Ma. Martínez. El coro estuvo dirigido por Celso Chávez con 20 voces del Pío X y 32 del Orfeón Parroquial.
Mons. José Abraham Martínez Betancourt, III Obispo de Tacámbaro |
Esa noche casi nadie había podido dormir, todo era ir y venir en todos los hogares de la ciudad, atendiendo y esperando invitados y parientes.
El día 8 de enero, desde antes del alba, las campanas, los cohetes y las bandas de música anunciaban el día más esperado por todos. La torre se levanta majestuosa iluminada y rematada por una monumental corona. Se lanzaban al espacio notas llenas de cariño filial, que anunciaba, con las Mañanitas, el día más glorioso de nuestra historia.
José de Jesús Manríquez y Zárate |
Despunta la aurora, el sol aparece en el horizonte y avanza. La gente invade todo el atrio.
La Santa Misa dio comienzo a las 9:20. Se oyó desde la puerta mayor de la Parroquia la voz de anuncio: “Ave María Purísima del Refugio” y por la misma se presentó la Comitiva: cerca de sesenta sacerdotes, precedidos por el cuerpo de acólitos del colegio Pío Mariano
Monseñor Nicolás Corona y Corona, I Obispo de Papantla |
Había dos sacerdotes agustinos, un carmelita, seculares y un gran número de franciscanos, con sus tres provinciales al frente; tres canónigos; el Sr. Obispo de Chihuahua, el de Guadalajara, el Sr. Arzobispo de México y el de Morelia. Mientras, el coro desgranaba las notas del majestuoso Ecce Sacerdos, en una aclamación triunfal de fe.
La voz del Prelado celebrante resuena emocionada con el Gloria in Excelsis Deo (Gloria a Dios en el Cielo).
El Diácono lleva a los corazones el mensaje del Evangelio de la Misa votiva de la Virgen: “Bienaventurados los que escuchan la palabra de Dios y la guardan”.
El Excmo. Sr. Arzobispo de México, Dn. Luis Ma. Martínez ocupa la cátedra sagrada y comienza su elocuentísima homilía. En todos los rostros había lágrimas por el estremecimiento espiritual de las almas.
Después se entona el Credo como una rotunda profesión de fe.
Llegado el momento de la Consagración, Cristo Eucarístico se eleva al cielo en la Hostia.
El celebrante canta el Pater Noster, la oración más grata al Padre, la que resume todas nuestras peticiones, la que compuso el mismo Jesús. Luego resonaba el golpe de pecho durante el Agnus Dei.
Las últimas oraciones anunciaban el fin del Sacrificio Eucarístico.
Despúes de dar gracias el Excmo. Celebrante entona la antífona a la Virgen: Sub Tuum praesidium (Bajo tu amparo).
Ante centenares de ojos enormemente abiertos y de corazones ansiosos, desciende lentamente el cuadro centenario de la Virgen del Refugio. La imagen se instala sobre las andas. Los Prelados se acercan ávidos de contemplar la hermosura de la que es el Refugio de los Pecadores.
Se preparaba el desfile. Rompen la marcha el cuerpo de acólitos del Seminario Seráfico, siguen los pajes de la Virgen, de azul y rosa; enseguida una legión de ángeles balanceando aromáticos incensarios, detrás de los señores sacerdotes seculares, los religiosos y los Prelados. Los Excmos. Arzobispos de Morelia y México con capa magna y Mitra preciosas. La Imagen era conducida en hombros de cuatro sacerdotes acambarenses: Fr. Rafael Soto, Fr. Cristóbal Mireles, Fr. Salvador Muñoz y el presbítero Simón Alvarado.
Una explosión general canta el Himno de la Coronación: “Oh Virgen del Refugio Madre amada…”
La Corona de la Santísima Virgen y la coronita del Niño llegan al templete sobre un cojín rojo de terciopelo, traída por los tres Padres Provinciales y un ex Provincial de los franciscanos.
La Imagen de la Madre Santísima del Refugio se presenta en temple ante una ovación estridente. Queda instalada en su trono la imagen de María. El fo anunciador da lectura al Breve Pontificio autorizando la Coronación y delegando al Excmo. Sr. Arzobispo de Morelia para coronar la imagen en nombre del Papa.
El Excmo. Sr. Arzobispo de Morelia entona el Regina Coeli, que minutos después canta el coro.
Se acercan los dos Prelados, Arzobispos de Morelia y México junto a la imagen de la Virgen.
El Sr. Arzobispo de México coloca sobre las sienes del Niñito, la Coronita obsequio de los niños acambarenses.
Un revuelo de palomas blancas provocan un grito de entusiasmo. Mientras, la Corona de la Reina es levantada majestuosamente. Son las 12:29 de la tarde cuando es solemnemente coronada la Madre Santísima del Refugio, por el Excmo. Sr. Arzobispo de Morelia, Dr. Dn. Luis Ma. Altamirano y Bulnes, mientras millares de ojos derraman lágrimas y una multitud prorrumpe en gritos y aplausos. Se realiza la primera incensación a la Reina coronada. Se reza la oración litúrgica: “que así como nosotros te coronamos en el cielo” Se entona un Te Deum triunfal de acción de gracias. La Reina coronada regresa triunfalmente al Altar mayor con la procesión en el mismo orden.
El Excmo. Prelado ofrece a la Virgen el cofrecillo que contenía los milagros alcanzados por su intercesión. El pueblo entero formula el Juramento de fidelidad y vasallaje a su Reina.
Los Prelados regresan a la sacristía, quedando la imagen a recibir el vasallaje de su pueblo que desfilo todo el día y toda la noche frente a su Reina, dejando sus besos en el rojo terciopelo de su trono.
La ceremonia de coronación se transmitió por la X. E. G. W., estación de radio recién inaugurada en Diciembre de 1945 por el ingeniero José Martínez Ramírez. Gracias a sus gestiones la ceremonia se difundió también en las estaciones de radio de Celaya y Morelia.
Por la tarde la sociedad acambarense ofreció un banquete a las autoridades eclesiásticas, civiles y militares, donde hubo frases de aliento de gratitud y de esperanza: se brindó por la dicha y felicidad de los presentes y de todo el pueblo de Acámbaro. Monseñor Martínez, en su alocución, declaraba que estaba complacido y asombrado por lo que había visto en Acámbaro, por la solemnidad con que se estaban celebrando los festejos de Nuestra Señora: “por estas fiestas grandiosas os felicito y me felicito, Yo amo a Acámbaro, y sin embargo, aunque estuviere lejos de él, como dice la canción, un viejo amor, no se olvida ni se deja”.
El Ejercicio vespertino de la corona franciscana y el sermón elocuente del Pastor de la grey Michoacana cuyo tema trató sobre una trilogía: un pueblo, hijo predilecto de María; una Imagen que durante una centuria ha sido su embeleso y que bajo la advocación del Refugio ha colmado a su Pueblo de beneficios incontables; una Corona que debe recordar siempre a los acambarenses sus deberes para la Reina Coronada; epilogo aquel día memorable, la liturgia de los grandes acontecimientos.
En el interior de la corona está grabada la inscripción latina que traducida dice:
HE AQUÍ LA PRECIOSA CORONA DE ORO CON LA CUAL CORONO A LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA DEL REFUGIO DE PECADORES EL AMANTE PUEBLO DE ACÁMBARO EN DÍA SOLEMNE Y LLENO DE ALEGRÍA. 8 DE ENERO DEL AÑO DE LA REDENCIÓN MIL NOVECIENTOS CUARENTA Y SEIS.
Fue aquello un deambular de muchedumbre, en una noche rutilante de jolgorio de verbena y de inolvidables emociones.
El día 8 de enero se convirtió en una fiesta religiosa que se celebra anualmente.
Declaración del Patronato Canónico de Nuestra Madre Santísima del Refugio sobre Acámbaro: 4 de julio de 1953
El 30 de diciembre de 1951 asumió el gobierno parroquial el P. Fray Rafael Soto OFM, originario de Acámbaro. Fue un religioso ejemplar que supo llevar la buena marcha de la Parroquia en general.
Durante su actividad parroquial se llevaron a cabo las gestiones ante Su Santidad el Papa Pío XII, a través de la Sagrada Congregación de Ritos, para que se concediera el PATRONATO CANÓNICO DE NUESTRA MADRE SANTÍSIMA DEL REFUGIO de esta parroquia.
La concesión del Patronato tuvo lugar el 4 de Julio de 1953. Este día al igual que el 8 de enero de 1946, son fechas que no deben pasar inadvertidas para los que somos hijos de este pueblo pues tenemos a gran honra ser especialmente devotos de la Madre de Dios.
El novenario lo predicó el Excmo. Sr. Dr. Dn. Salvador Martínez Silva, Obispo auxiliar de Morelia.
El 3 de Julio de 1943 llegó a Acámbaro el Excmo. Sr. Dr. Dn. Guillermo Piani Delegado Apostólico en Nuestra Patria y Representante de Su Santidad Pío XII en las Fiestas del Patronato de la Santísima Virgen del Refugio.
El Padre Provincial fray Fernando de Jesús García OFM dirigió un mensaje de Bienvenida, en el que destacó la relevancia del acontecimiento que se estaba viviendo:
“Un júbilo inmenso embarga a los corazones todos de los aquí presentes… porque en tantos años que lleva de celebrar y honrar a su excelsa Patrona… nunca había tenido la honra, el honor, y la gloria de ver que un Representante del Sumo Pontífice en nuestra Nación, honrara a la Virgen Santísima del Refugio, tan querida de los hijos de Acámbaro y gloria de esta católica ciudad, que ha puesto toda su confianza, todas sus penas, todas sus alegrías, todos sus triunfos y todas sus derrotas a los pies de la misma Virgen Santísima del Refugio, su corazón y su vida al amparo de tan amorosa Madre”.
El Excmo. Sr. Delegado Apostólico animó con sus palabras el amor de los fieles:
“¡Oh, sí, amemos a la Sma. Virgen, honremos a María siempre, invoquémosla como Refugio de los Pecadores y Ella será para nosotros Madre amorosa, Madre amantísima, y nos llevará al cielo! Pero de una manera particular quiere ser Madre de los pobladores de Acámbaro, quiere ser Madre vuestra la Virgen Santísima; quiere derramar a manos llenas sobre vosotros, sobre vuestros familiares, gracias y bendiciones. Por tanto, honremos a María, aclamemos a María, Ntra. Madre; pongámonos bajo su manto maternal y nos gozaremos, disfrutaremos del amor a María y sentiremos un dulce consuelo estar bajo el manto de nuestra dulcísima Madre, Refugio de Pecadores”.
El 4 de Julio se celebró la Misa Pontifical presidida por el Excmo. Sr. Dr. Dn. Luis Ma. Altamirano y Bulnes, Arzobispo de Morelia, Mich.; asistiendo como representante de Su Santidad el delegado apostólico quien declaró constituido dicho patronato.
Con locación de esta celebración Fray Rafael Soto promovió un considerable número de legalizaciones matrimoniales. Entre sus obras materiales se realizó la adquisición del monumental Órgano “Baldwin”, estrenado en las fiestas del patronato.
Veinticinco Aniversario de la Coronación: 8 de enero de 1971
El 26 de julio de 1960 comenzó a publicarse un periódico que llevo el mismo nombre al que se publicó con motivo de la coronación: el Heraldo con ello se avivo en las fieles de la parroquia el amor a la celestial Señora.
Desde un año antes del 8 de enero de 1971, año de la celebración del XXV aniversario de la coronación, se comenzaron a realizar distintas actividades para la digna celebración.
Se hicieron trabajos de restauración del templo parroquial.
Tres meses antes se realizaron misiones en la que la Imagen Peregrina de Santa María del Refugio visitó todas las rancherías, además los barrios de la ciudad, gracias a los padres franciscanos de esta provincia que vinieron de misioneros se encendió el fuego del amor a Cristo y a su dulce Madre. Durante estas misiones se arregló el estado matrimonial de casi 300 parejas que vivían en estado de concubinato.
El día 30 de diciembre inició el Santo Novenario. El seis de enero entro la magna peregrinación ferrocarrilera presidida por Fray Raymundo García Moreno que durante nueve años fue párroco de la localidad.
El 7 de enero entró la peregrinación de los acambarenses residentes en la ciudad de México al frente de la cual venía el padre Fray Salvador García OFM, ese mismo día a las ocho de la mañana mil niños hicieron su primera comunión como un regalo exquisito del pueblo a la Reina en sus XXV años.
El 8 de Enero de 1971 los acambarenses volvieron a estremecerse de amor y entusiasmo, hacia la Centenaria Imagen de SANTA MARÍA REFUGIO DE PECADORES, SU REINA Y PATRONA: este día, volvió a revivir el pueblo aquellos inolvidables momentos hacia 25 años y a renovar su Juramento de Fidelidad y Vasallaje.
Cardenal Miguel Darío Miranda, Arzobispo Primado de México |
Tres Prelados asistieron a las ceremonias del XXV Aniversario: Su Eminencia el Cardenal Miguel Darío Miranda, Arzobispo y Primado de México; el Excmo. y Rvmo. Sr. Dn. Manuel Martín del Campo y Padilla, Arzobispo de Morelia; y el Excmo. y Rvmo. Sr. Dn. Román Acevedo obispo Auxiliar de Morelia.
Mons.. Manuel Martín del Campo y Padilla, Arzobispo de Morelia |
A las 5:00 a.m., el pueblo alborozado se encontraba en las puertas del Palacio de la Reina, cantando fresca y dulcemente las Mañanitas.
El maestro Zacarías tuvo a su cargo, como hacía 25 años, la dirección del Coro. Él y su hijo Manuel, hicieron el Himno del XXV Aniversario. El maestro Zacarías trajo de México varios millares de hermosas banderitas con los colores azul y rosa, que tenían grabada la Corona de la Santísima Virgen y una inscripción conmemorativa del XXV Aniversario de la Coronación.
Mons. Román Acevedo Rojas, Obispo Auxiliar de Morelia |
La Concelebración, acto principal de la Conmemoración, inició a las 11:00 de la mañana. Tomaron parte cuarenta sacerdotes acambarenses que habían venido de los distintos puntos de la República para estar este día junto a su Madre Espiritual.
Ocupó la Cátedra del Espíritu Santo, el elocuentísimo y muy apreciado Padre Fr. Roberto Ugalde, quien subiera diestro, con su palabra cálida y arrebatadora, al noble sitial de la predicación.
A las 12:50, sale la Sagrada Imagen del Refugio de su templo parroquial para comenzar su recorrido triunfal por las calles de la ciudad, entre las aclamaciones de un pueblo fiel. Ya se habían preparado cuatro hermosos altares, en los que la Virgen haría un descanso mientras el pueblo renovaba su Juramento de Fidelidad, para lo que colocó su mano izquierda en el pecho y la derecha extendida, mientras pronunciaba:
“Prometemos esmerarnos día a día por hacernos verdaderos siervos tuyos, mediante el cumplimiento de las leyes de tu divino Hijo y de tu Iglesia por el Concilio Vaticano II.
No omitir esfuerzo alguno, para acrecentar tu culto; de tal manera, que en cada corazón de tus hijos de Acámbaro, te halles entronizada y sea venerada tu imagen en el Santuario de tu hogar.
Revestirnos de valor para defender los derechos de Jesucristo y de la Iglesia; participando en forma activa, en los movimientos autorizados por el Romano Pontífice y los Obispos, para fortificar la Fe y la moral de nuestro pueblo”.
Una vez con el brazo abajo se pronuncia la Consagración:
“Te Consagramos a nuestro Pueblo y a nuestros Sacerdotes, a nuestros hijos para que los libres de la corrupción y los peligros. Te consagramos los trabajos del campo, del taller, de la oficina, del comercio, del arte y de la sociedad entera; nos consagramos gustosamente como súbditos de tu realeza Maternal”.
Este Juramento lo hizo TODO EL PUEBLO en el atrio parroquial y en el Pórtico del Santuario de la Virgen de Guadalupe. Los TRABAJADORES FERROCARRILEROS lo hicieron en la estación de los ferrocarrileros. Los AGRICULTORES en la esquina de 1° de Mayo y Juan Aldama y los COMERCIANTES frente al mercado, por la calle de Melchor Ocampo.
Después de su marcha triunfal donde recibió múltiples muestras de entusiasmo, manifestación de la fe, regresa la Sagrada Imagen de María al templo parroquial en donde ya le espera una multitud que no permite entrar a casi ninguno de los que le han acompañado en su recorrido. #GuanajuatoDesconocido #MetroNewsMx