Por el Hermano Asno OFS
Después de mucho tiempo de estar oculto porque la pandemia me ha traía preocupado, Dios ha dispuesto que regrese a seguir escribiendo de las realidades de la parroquia a la que pertenezco, allá en mi comunidad de El Burral, de donde soy originario y con la novedad de que la región franciscana a la que pertenezco está realizando capítulos electivos para nombrar consejos de fraternidad local.
El Sr. Cura, que siempre me tiene a su lado -para evitar lo que el llama "mis burradas"- estuvo presente como invitado especial al capítulo. Asistió a presidir el hermano ministro regional, acompañado también por uno de los hermanos frailes, en calidad de asistente de la Orden de Frailes Menores -la OFM- al capítulo.
Y mira lo que son las cosas... alcancé a presenciar todo el proceso electivo. Desde el principio quedaron todos advertidos de que hicieran oración. Que se pusieran en manos del Espíritu Santo y que guardaran silencio para que todo fuera limpio y transparente.
Por ahí el fraile hizo uso de la voz señalándoles que el Capítulo podría anularse si alguien se pasaba por ahí papelitos con nombres o insinuando candidatos; esto porque las normas -que ellos llaman Constituciones- señalan que la votación debe ser individual y secreta.
Así que, ya advertidos, comenzó el capítulo. Fueron los hermanos eligiendo en santa paz a sus nuevos integrantes al consejo hasta que al final, alguien propuso que aunque no era un oficio o cargo de consejo, la Fraternidad debía de tener una mascota representativa y por unanimidad dijeron que el Hermano Asno debía ser integrado. Tras tres fuertes rebuznos de alegría y para decir que aceptaba, pasé al frente junto con los hermanos del nuevo consejo.
El fraile -que a la vez es presbítero- celebró la Santa Misa y leyó un pasaje de las Sagradas Escrituras que me puso muy nervioso: El Evangelio de San Lucas, en el capítulo 12 versículos 39 al 48.
Sobre aviso no hay engaño
Puse mucha atención en el Evangelio. Sentía los golpes de la responsabilidad -del nombramiento que se me había dado en el capítulo- en cada palabra que el padre decía en la lectura: "Entiendan bien esto, Si el dueño de casa supiera a qué hora va a llegar un ladrón, estaría preparado para no permitirle entrar en su casa. Ustedes también estén preparados, porque en el momento menos pensado vendrá el Hijo del Hombre".
"Pedro dijo entonces: Este ejemplo ¿lo dijiste para nosotros no más o para todos?
El Señor contestó: ¿Cuál es entonces el mayordomo fiel e inteligente que el patrón pondrá al frente de sus sirvientes para repartirles a su debido tiempo la ración de trigo? Feliz ese servidor al que su patrón cuando llegue encuentre tan bien ocupado".
"Yo les declaro que lo pondrá al frente de todo lo que tiene. Pero si ese servidor se pone a pensar: Mi patrón demora en llegar; y empieza a golpear a sirvientes y sirvientas, a comer, a beber y a emborracharse, vendrá su patrón el día que no lo espera y a la hora menos pensada: le quitará el puesto y lo tratará como a los traidores".
"El servidor que, sabiendo lo que quiere su patrón, no tenga nada preparado, ni haya cumplido lo mandado, recibirá un severo castigo. Pero el que sin saberlo hace cosas que merecen castigo, no será castigado con tanta seriedad. Al que se le ha dado mucho se le exigirá mucho, y al que se le ha confiado mucho se le pedirá más aún", y hasta ahí llegó la lectura.
Yo veía al Sr. Cura y con una mirada de cariño me dijo que me tranquilizara porque las palabras no eran para mi, sino para el consejo y más aún, para el ministro.
Yo veía pensativo al hermano ministro. Pero las palabras más que de regaño, sonaban a advertencia.
Ya en la primera lectura y luego en la segunda lectura -porque era domingo- había soltado dos advertencias más. Una, del Deuteronomio y otra del Apóstol Santiago. En el primero, del capítulo 25 decía: "Se declarará justo al que lo es y se condenará al culpable. Si este merece azotes, el juez lo hará echarse al suelo en su presencia y hará que lo azoten con número de golpes proporcionales a su culpa".
En la segunda, de la carta del Apóstol Santiago, capítulo: "En resumen, el que sabe dónde está el bien y no lo hace, está en pecado".
La advertencia de San Francisco de Asís
Para completar, en la homilía, fray comenzó hablando de las Admoniciones o Advertencias de San Francisco de Asís y leyendo la que parece ser la No. 4, dice: "No he venido a ser servido, sino a servir, dice el Señor. Aquellos que han sido colocados sobre los demás, gloríense de tal prelacía tanto como si hubiesen sido encargados del oficio de lavar los pies a los hermanos."
"Y en la medida en la que se turban más porque les quitan la prelacía que porque les quitan el oficio de lavar los pies, en la misma medida se hacen bolsas para peligro de su alma".
El padre asistente fue claro en su explicación. Ustedes están para servir a los hermanos y si se salen de los carriles que el Evangelio, su regla y sus constituciones así como los estatutos les marcan, el Señor les llamará a cuentas y sanciones recibirán.
Les pidió no abusar de los hermanos, respetar la economía, cuidar a los pobres, a los huérfanos y a las viudas.
Les instó a que no se pasen años y años repitiéndose o circulando de oficio en oficio y que enseñaran también a los hermanos a que en los capítulos electivos no se estuvieran perpetuando los mismos, sino dar oportunidad a otros hermanos.
Por esto último que les dijo, entendí todo y comprendí más aun cuando les señaló que "el oficio de guía de los ministros y consejeros es temporal. Los hermanos, huyendo de toda ambición, deben mostrar su amor a la Fraternidad con espíritu de servicio y con su disponibilidad tanto para aceptar, como para dejar el cargo".
Sentí pesada la carga en el lomo. Yo, un burro ¿Por qué me escogieron? Hay cosas que no entiendo, ni conozco ni sé. Pero entonces, el Sr. Cura, cuando vio mi gesto de preocupación, con una cálida sonrisa se me quedó viendo, me rasca la testuz y me dice: "Hermano Asno, precisamente porque eres un burro te escogieron. Por ser un animalito que ni sabe ni entiende pero que lo que sí comprende es quién es su Creador y además porque eres animal de servicio. Los mismos que te eligieron, te ayudarán. Así te hizo Dios, así te ama Dios y así harás un buen servicio". Paz y bien #GuanajuatoDesconocido