Jesús Humberto Palato Pescador, director del Coro Monumental |
Edición: Eugenio Amézquita Velasco
• Un pueblo con raíces chichimecas y leyendas fascinantes.
• Xichú, reconocido como Pueblo Mágico por su rica cultura y tradiciones huapangueras.
XICHÚ.- El municipio de Xichú, oculto en la Sierra Gorda de Guanajuato, es un lugar de gran valor histórico y cultural. Formado por varias localidades, Xichú comparte una historia común, aunque cada pueblo tiene su propio nombre.
El nombre Xichú tiene dos orígenes. La primera, de raíz chichimeca, proviene de Maxichú, que significa “la hermandad de mi abuela”. La segunda versión está basada en una leyenda local, donde se narra que un fraile franciscano fue cegado por una flecha disparada por un indígena mientras oficiaba misa. El indígena, al ver al fraile caer, gritó “xichú”, que en el dialecto mixto serrano-chichimeca significa “hombre cegado”.
En el Gobierno de la Gente, la Secretaría de Turismo e Identidad impulsa el desarrollo turístico de la región y promueve un turismo inclusivo, participativo y conectado con la identidad de las y los guanajuatenses.
Xichú fue pacificado por Diego de Tapia, quien también descubrió ricas vetas de minerales en la zona. La evangelización estuvo a cargo de fray Juan de San Miguel y fray Bernardo Coussin. En 1580, se descubrió un mineral denominado San Francisco de los Anues Tzinchú, y cinco años después, Alejo de Guzmán, un cacique indígena, fundó el pueblo de Xichú de los Indios, hoy el actual Victoria, Gto.
Hoy Xichú, un poblado que cumple 439 años, es apreciado y conocido por su belleza natural, así como su rica herencia cultural, destacando especialmente por sus tradicionales grupos de huapangueros que preservan la música y las tradiciones de la región.
Un destino lleno de paisajes naturales, montañas, cascadas, ríos, densas neblinas ideales para acampar y tener un acercamiento con la naturaleza, el cielo y las estrellas. El pueblo mágico también cuenta con la peculiar arquitectura de la Parroquia de San Francisco de Asís de tonos rojos y blancos.´#GuanajuatoDesconocido #MetroNewsMx
León, Gto. 28 de diciembre de 2024.- El programa sigamos aprendiendo en el hospital nació para llevar esperanza y aprendizaje a los niños hospitalizados en tres clínicas del municipio de León, pues la visión es demostrar, en este Gobierno de la Gente, que la educación puede transformar vidas incluso en los momentos más difíciles.
El objetivo de las Aulas Hospitalarias ha sido alfabetizar a los pequeños guerreros mientras enfrentan su tratamiento, enseñándoles a leer y escribir o dando una educación para que, mientras están en tratamiento, no se atrasen en clases y puedan seguir con sus estudios cuando se hayan recuperado.
Para atender la trayectoria educativa de niñas y niños en situación de enfermedad, contamos con aulas hospitalarias en los municipios de Acámbaro, Celaya, Guanajuato, Irapuato y León.
Actualmente, en la Región III León, se cuenta con 4 espacios en cada una de las clínicas de atención, como el Hospital Pediátrico y el Hospital Regional de León y en la Clínica No. 48 del IMSS (Instituto Mexicano del Seguro Social) en los turnos matutino y vespertino, atendiendo en este año a un total de mil 224 pequeños.
Las maestras Mari y Vane, quienes atienden las aulas en la región, trabajan mano a mano con los niños, adaptándose a sus necesidades y tiempos, en donde además, se promueve la lectura como un medio para viajar a mundos de imaginación y esperanza.
El primer paso, hacia el futuro lleno de posibilidades, es a través de actividades personalizadas donde cada niño o niña, encontró una manera de aprender y expresarse, se incorporan celebraciones y fechas conmemorativas para llenar sus días de alegría y significado.
La escritura se convierte en una herramienta poderosa para que los niños expresen sus emociones y cada actividad busca fortalecer su autoestima y recordarles que son capaces de grandes cosas.
Las familias también son parte importante participando y apoyando en cada paso del aprendizaje, pues los niños realizan dibujos, escritos y actividades que reflejan su valentía y creatividad.
Momentos de lectura colectiva ayudan a unir corazones y aliviar las cargas emocionales, además, la alfabetización no solo impacta a los niños sino también a sus familias creando un espacio de Esperanza.
El programa va más allá del aprendizaje al brindar consuelo y motivación en medio de la lucha.
Este programa es una prueba de que la educación puede iluminar incluso los momentos más oscuros y cambiar los dibujos y palabras en sueños y esperanza.